Introducción al Método IARAR

Introducción al Método IARAR


1. Previo

Desde la metodología inductiva se parte del principio de la formación como un proceso de intercambio y construcción colectiva que va de lo particular a lo general, de la parte al todo, de lo micro a lo macro, de lo endógeno a lo exógeno, de la práctica a la teoría.

Esta formación se desarrolla mediante diferentes instrumentos o herramientas metodológicas [métodos y técnicas] que han de facilitar este proceso en los individuos y en los grupos, que nos permiten llevar a cabo procesos de trabajo grupal y construcción colectiva de conocimientos y formas de acción.

 

La finalidad de estas técnicas es la de servir de herramienta metodológica para el aprovechamiento óptimo de las habilidades y capacidades del grupo de participantes en la construcción del conocimiento que permitirá generar cambio y transformación social.

 

La formación de personas adultas en contextos laborales supone retos importantes a la hora de descubrir y diseñar los caminos más adecuados para acompañar estos procesos.

 

En primer lugar y como principio transversal, la posibilidad de reconocer la experiencia, los conocimientos, las motivaciones, las habilidades y las destrezas de las personas a las que orientaremos o facilitaremos nuestra formación constituye una primera condición para el trabajo. Nuestra acción educativa o formativa comienza en la interacción y el diálogo con los demás. Por ello es importante generar primero, y mediante la intersubjetividad, espacios compartidos para la construcción del conocimiento, desde la experiencia y que trascienda la individualidad

 

La formación de formadores, tiene ante sí el reto de adecuar en la práctica el uso de una metodología con los objetivos que se pretenden alcanzar. Si el propósito último de estas iniciativas es propiciar la participación de los actores en la gestión del cambio en el contexto laboral mediante técnicas que ayuden la construcción social del conocimiento, admitimos que dicho fin, sólo será posible si para ello se hace uso de una metodología que priorice el trabajo con grupos y confíe en la capacidad transformadora de la acción dialéctica entre los participantes con otros actores de la acción formativa y si participan activamente.

 Hoy día, cada vez es más frecuente, el planteamiento, de que si una acción formativa, no genera cambio y transformación social en los participantes, se considera una acción formativa poco útil.

Presentamos por ello, un método, el Método IARAR, para concretar en la acción ese saber hacer y cómo hacer, desde la Formación de Formadores, para capacitar en una herramienta que aplicada en el diseño y ejecución de una programación didáctica facilite el desarrollo de acciones formativas en el contexto de las administraciones públicas y en la formación de empleados y empleadas públicos que generen cambio y transformación social, mediante el conocimiento generado desde la experiencia interindividual.

 

2. Palabras clave

 

Inducir, Experiencia, Educación relacional, Intersubjetividad, Diálogo, Acuerdo mediante consenso, Interacción social, Trabajo grupal colaborativo, Acción dialógica, Comprensión, Perspectiva Comunicativa, Metodologías implicativas, Cambio y Transformación social.

 

3. Algunas ideas importantes a tener en cuenta

 

1. La formación desde una metodología inductiva es un proceso complejo que nos lleva a reconocer que: La experiencia y los saberes previos tanto de los formadores como de los participantes de la formación constituyen la base de la construcción del conocimiento y el punto de partida de las metodologías inductivas. “Nadie ignora todo, nadie sabe todo, todos nosotros sabemos alguna cosa. Todos nosotros ignoramos alguna cosa”“Nadie educa a nadie, los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo” [Freire 1977]

2. El conocimiento desde una mirada o perspectiva de la complejidad, se conforma/forma y deforma desde múltiples fuentes y significados personales y sociales.

3. El aprendizaje constituye una trama o una confluencia de procesos cognitivos-procedimentales (qué y cómo se conoce), afectivos (motivaciones, sentimientos y expectativas puestas en juego), sociales (qué lugar y posiciones ocupan los sujetos de la formación), éticos y morales (pará que se aprende, para quien y por qué).

4. La enseñanza es un movimiento pendular que va de lo transmisivo a lo constructivo y relacional con diferentes implicaciones para el cambio y la transformación y/o innovación.

5. Los procesos formativos no se desarrollan en espacios asépticos y/o neutrales sino que son procesos situados en contextos y realidades concretas. La formación tiene que ser útil para transformar y mejorar la realidad concreta de cada participante. Aprender a pensar por sí mismo, desarrollar un pensamiento crítico capaz de identificar problemas, relaciones y dificultades, con el objetivo de dotarnos de instrumentos y medios que nos permitan transformar y mejorar nuestra realidad.

6. La formación tiene que alimentarse de la realidad concreta, inducir el aprendizaje a partir de la experiencia directa, referirse a las situaciones, necesidades, problemas e intereses de los grupos formativos en su contexto concreto. Sus contenidos, lenguajes, sus TÉCNICAS, tienen que estar diseñadas a “la medida” de cada realidad y cada grupo.

7. La formación tiene que privilegiar al grupo como elemento educativo, apostar por la participación como objetivo formativo, y principio metodológico. La formación de la que estamos hablando tiene que partir del principio de construcción colectiva del conocimiento como fundamento del aprendizaje.

8. Trabajar con metodologías inductivas en la formación nos acerca más a enfoques relacionales de la enseñanza, esto quiere decir, que el enseñar no es un mero acto mecánico (cumplir o seguir unos pasos) o técnico (aplicar unas técnicas) sino y fundamentalmente establecer una relación, un encuentro con el otro/a, un espacio de intercambio de saberes y conocimientos.

9. El aprendizaje en grupo mediante técnicas inductivas, permite dar respuesta a problemas teóricos, superando el esquema de enseñanza tradicional basado en la memorización, y como beneficios posibilita esfuerzos para lograr un buen desempeño, relaciones positivas y salud mental. “T-Group” trabajo en grupo, instrumento para facilitar el aprendizaje, la maduración y el cambio a título individual o en el seno de las organizaciones.

10. El objetivo de la facilitación, mediante una figura docente facilitadora, no es únicamente mostrar y trasladar contenidos, sino vivirlos y reflexionar sobre ellos. La no-directividad que designa más específicamente la actitud por la cual uno se niega a sugerir una dirección cualquiera al otro; la aceptación incondicional, la congruencia y la actitud empática son las bases de la actitud facilitadora del formador.

11. El valor fundamental de la intersubjetividad en el mundo de la vida, es fundamental en una perspectiva comunicativa.

12. Un método para transferir una acción formativa con metodologías inductivas en el contexto laboral del formador es el método IARAR [Intersubjetividad-Acción-Reflexión-Acción-Reflexión], sus herramientas principales son las técnicas de activación, las preguntas, la escucha activa, y las técnicas que permitan a los participantes dialogar al máximo, aprendiendo unos de otros, facilitando la mayor participación posible.

13. El diálogo, la interacción y la cooperación constituyen estrategias transversales de la metodología inductiva que luego se concretarán en diversos métodos y técnicas de trabajo. La comunicación es un elemento fundamental en el aprendizaje. Una comunicación que se base en la curiosidad, la observación, la escucha, el dialogo y el intercambio del conocimiento. Interpelación: “Es el arte de plantear interrogantes para establecer relaciones entre lo subjetivo y la realidad”. [Paulo Freire]

14. La evaluación es una clave en los procesos formativos y requiere la participación y co-responsabilidad de todos y todas. La evaluación como proceso, mediante las metodologías inductivas en la formación busca reconstruir e interpretar experiencias privilegiando los saberes y el punto de vista de los participantes.

 

 Fotografía: Puzzle. Tomada de Miguel Roa Guzmán


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