Tengo sed de ti
Fotografía: Tengo sed
TENGO SED DE TI
Tenemos el regalo de relacionarnos en diálogo y oración con nuestro creador. Sin intermediarios, y gracias a la comunidad.
El Alma no descansa, hasta sentir que permanece en Dios.
Para amar, hemos de sentir y vivir la experiencia de ser amados por Dios.
A Dios no le vemos, pero vemos al hermano. Sin eso, no tiene significado la experiencia en lo concreto del Amor de Dios.
Dios ha pasado por nuestras vidas, disfrazado de alguien. Y cuando lo ha hecho, nos hemos sentido correspondidos por un amor desinteresado que nos ha hecho más felices.
Un antiguo profesor, algún familiar o amigo, etc.
Encontrar su mirada de ternura por nuestras vidas, en la interacción del amor desinteresado entre los hermanos.
Siempre estaré agradecido a la Fraternidad Misionera Verbum Dei, a sus Missias y sus Missios, Matrimonios, y consagrados, al igual que a la Fraternidad Servidores del Evangelio, por haber sido una escuela de formación en la fe de quienes he recibido mucho.
Los retiros vividos en Siete Aguas, y tantos sitios donde había un sagrario y una fraternidad misionera.
Sólo Dios ha podido poner una experiencia como esta en mi vida.
“Venid a mi los que os sentís cansados y agobiados, que yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy paciente de corazón y humilde, y vuestras almas encontrrán alivio. Pues mi yugo es llevadero y mi carga liviana”
Mt 11,28-29
“Si conocieras lo que Dios te quiere dar y quien es el que te pide de beber, tu misma le pedirías a él y él te daría agua viva”.
Jn 4,10
Fotografía: “Tengo sed”. Imagen de Cristo ubicada en la Fraternidad Misionera Verbum Dei. Siete Aguas, Valencia