Un hogar

Un hogar


 
 
Gracias a mis amigos Rafa y Maria José, pude disfrutar de éste piso que ellos tenían en Linares. Lo hice durante casi 7 años. Desde 1995 al 2002. Era un piso muy acogedor, pequeño, pero fácil de mantener. Yo vivía sólo, y ello facilitaba la disponibilidad de realizar encuentros auténticos y sencillos con amigos y familia.

 
 
Los encuentros se realizaban alrededor de una mesa camilla y junto a ella conversábamos horas y horas. Eso fue posible, que aunque no hubiera niños, pudiera ser un hogar, por los encuentros, la acogida, los diálogos, la amistad y el amor.
Veréis que una casa o un piso puede ser muy lindo y acogedor, pero ello no significa que sea un hogar. El hogar lo hace gente que se encuentra y dialoga, haciendo eternos los momentos, llegando casi las horas del amanecer, y no darnos cuenta. ¿Verdad? Incluso ese es el auténtico fuego del hogar, corazones dialogando, compartiendo, estando al lado el uno del otro, como amigos. AMI-KUM, del latin [AMIGO], traducido literalmente significa: a mi lado.
También el lugar donde se convive, se hace cosas juntos, cuidamos unos de otros, amamos y nos reconciliamos después de las posibles tensiones y malentendidos, dialogamos y nos servimos mutuamente.
En un hogar se encuentra la paz cuando nos articulamos con la locura de nuestro propio interior, o de las personas con las que convivimos. Se crece y nos desarrollamos.
 
También un hogar es algo más que una casa, porque  se respira y se conoce a nuestros seres queridos, se huele y se disfruta de la comida que hacemos y compartimos juntos, se lee y se juega de niños, se estudia y se trabaja, y porque nos conocemos a nosotros mismos.
 
Es la única imágen que me queda de aquél piso de la Calle Labrador de Linares, ni si quiera una foto. Fue mi manera de despedirme y dar gracias por haberlo disfrutado. Dibujé de memoria cada habitación.
 
Gracias a todos y todas los que hicisteis posible ese fuego y calor de hogar.
 
 
“Si das tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como luz del mediodía. 58:11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. 58:12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. ” Isaías 50,10-12
 
Dibujo: “Perspectiva de mi piso en la calle Labrador” Bolígrafo sobre papel. Autor: Pedro Torres

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